Geriatría Felina

GERIATRÍA FELINA

La vida de los gatos se ha alargado mucho desde que se adoptó como animal de compañía en las viviendas de departamentos. Esta situación ha provocado cambios significativos con respecto a sus congéneres de vida libre.

El propietario de un gato de interior está en permanente contacto con él y observa todo lo que le pasa, requiriendo la atención veterinaria cuando es necesaria. También ha mejorado su alimentación a través de los alimentos balanceados. Por último,  ha evitado que su gato vagabundee por las calles y techos con lo cual evita la mayoría de los problemas traumáticos e infecciosos que afectan a los gatos de vida libre.

Pronóstico de vida «gato de interior vs gato de vida libre»

Como consecuencia de todo esto el gato de interior tiene la tendencia a vivir casi el doble que un gato de vida libre y es frecuente encontrar en la práctica diaria los primeros con edades entre 15 y 20 años, mientras que los de vida libre difícilmente lleguen a los 10 años de edad, aunque es difícil saber su edad a veces si son encontrados de muy adultos)

La castración también se ha considerado como alargadora de la vida del gato, probablemente por evitar el vagabundeo y quizás también por disminuir el desgaste metabólico, aunque esto último es solo una hipótesis.

Los procesos de desgaste o envejecimiento en el gato comienzan alrededor de los 8 a 10 años y ya están bien instalados entre los 11 y 13 años, por eso algunos investigadores consideran al gato como geronte luego de los 12 años de edad.

La medicina veterinaria  y su interés por la Geriatría Felina

Es una natural consecuencia que la  medicina veterinaria haya  tomado un gran interés por la geriatría debido a la demanda creciente de atención de este tipo de pacientes. Dentro de esta especialidad se hacen grandes esfuerzos en la acciones preventivas ya sea en evitar la presentación de problemas (como la obesidad) como también en la detección precoz de enfermedades para dar el mejor manejo clínico-quirúrgico.

Uno de los pilares de estas acciones es la educación sanitaria del propietario sin la cual sería muy difícil lograr el aumento en el tiempo y la calidad de vida de su mascota. La idea es que el propietario tenga algunos conocimientos del manejo del gato anciano y aprenda a reconocer los signos clínicos de las enfermedades más comunes en forma temprana para acudir inmediatamente al veterinario.

Alargar la vida de una mascota con una calidad de vida aceptable, también alarga el tiempo de la relación con sus propietarios, y además los prepara en forma suave para la pérdida de la misma.

Muchos propietarios de gatos ancianos son también personas ancianas, que en muchos casos sólo conviven con uno o varios gatos como única compañía. Sabemos de la importancia del vínculo humano-animal especialmente en estas situaciones. Es aquí donde  la Medicina Veterinaria tiene además de su función médica específica, una responsabilidad social ineludible en el acompañamiento del propietario durante los últimos años de su mascota.

Signos clínicos que pueden ser observados por el propietario y posteriormente referidos al Médico Veterinario.

  • Polidipsia (aumento de la toma de agua). Es de gran importancia como indicador de la Insuficiencia Renal Crónica (enfermedad más importante de la vejez del gato) y de otras. Para poder identificarla el gato debe tomar agua de un lugar controlado como un bebedero. Si lo hace de una fuente de agua que corre como una canilla que gotea, o una pecera, no podremos tener idea de la cantidad aproximada que está tomando.
  • Obesidad/ Pérdida de peso :Se ve fácilmente pero no siempre es tenida en cuenta por su propietario como un problema de salud. El gato obeso (con más del 15 a 20 % de sobrepeso) tiene altas probabilidades de desarrollar diabetes mellitus, hipertensión, alteraciones osteo-articulares y cardio-vasculares. Como contrapartida, la pérdida de peso también es un dato importante, e igualmente dificultoso para detectar por parte de los propietarios.

Es necesario que el gato visite 2 o 3 veces por año al veterinario.

En la visita :

  • Se aplicarán las vacunas anuales correspondientes.
  • Revisación clínica general con control de peso
  • Se obtendrán muestras para análisis de sangre y orina. Son recomendados 1 vez por año a partir de los 8 años y luego a partir de los 12 años  cada 6 meses:  hemograma, uremia, glucemia, perfil hepático en sangre y Hormona tiroidea, y físico, químico y sedimento en orina. No son onerosos y aportan  idea del estado general del paciente.
  • Chequeos parasitológicos para los gatos de vida libre ( análisis de materia fecal)
  • Chequeo serológico (suero sanguíneo) investigando leucemia Felina y virus de la Inmunodeficiencia Felina.

Actualmente  la Medicina Felina cuenta con muchas técnicas de diagnósticos y gran diversidad de tratamientos para mantener una buena calidad de vida de nuestros pacientes felinos durante su tercera edad.

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Agrademos al Dr. Ruben M. Gatti por su aporte en esta nota

(*) Presidente de la Asociación Argentina de Medicina Felina (AAMeFe)
mayo 2011

Centro de Medicina Felina Buenos Aires

Sánchez de Bustamante 2476

Ciudad de Buenos Aires, Argentina

Tel: +54-011-4801-3161
Cel: 011-15-4475-5509

Mail: rubenmariogatti@arnet.com.ar

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